Cuenta la leyenda que en el lejano Oeste había un vaquero, por todos, apreciado del que se decía que donde pone el ojo pone a la bala.
Un día, después de un duelo en la calle principal del pueblo, el Vaquero, como de costumbre, fue a tomar un trago al salón. Antes de entrar un joven chico que había presenciado el duelo, se acercó, y con la ingenuidad de un joven adolescente, le preguntó:
– ¿Es verdad que nunca fallas y siempre aciertas en el blanco?
– Eso dicen le contestó, con gesto serio, el vaquero.
– ¿Puede decirme como lo hace?. ¿Cuál es su secreto?.
– Muy sencillo, muchacho. No dispares dónde está el objetivo, dispara siempre donde va a estar.
Moraleja: «Si quieres tener éxito, tendrás que, además de entrenar y practicar, adelantarte a lo que va ocurrir. Es el único modo de acertar, en este mundo que va tan deprisa.»
Porque el que no arriesga difícilmente gana.
@Sergio_Isven